Jesús (con él sea la paz) y el Anticristo
El Noble Corán menciona que Jesús (con él sea la paz) descenderá en el final de los tiempos como manifestación de uno de los signos mayores de la llegada de la Hora, de la proximidad con la resurrección. Dice en el Corán: Cuando se mencionó el ejemplo del hijo de María [Jesús], tu pueblo clamó indignado. Dicen: “¿Acaso él es mejor que nuestros ídolos?” Solo te hacen esa comparación para discutir, porque son un pueblo contencioso. Jesús es solo un siervo a quien agracié [con la profecía], y lo envié como ejemplo a los Hijos de Israel. Si quisiera, hubiera puesto en lugar de ustedes a ángeles que se sucedieran unos a otros. [Diles, ¡oh, Muhámmad!:] “[El descenso a la Tierra de] Jesús es una prueba de la [proximidad de la] Hora [del Fin del Mundo]. Así que no duden y síganme, que este es el sendero recto. (43:57-61)
Debido al rango que tiene, Dios lo eligió para darle muerte al Anticristo Mesías Impostor. Esto sucederá cuando haya muchas guerras y disturbios, la naturaleza de la gente cambie y lo que era considerado bueno, se considerará como malo, por lo que vendrá para implantar la equidad, propagar la paz en el final de los tiempos, como lo explicó el Mensajero de Dios (con él sea la paz y las bendiciones) diciendo: “¡Gente! Ciertamente no habrá una sedición mayor sobre la faz de la Tierra desde que Dios puso en ella a la descendencia de Adán como la que generará el Mesías Impostor (o Anticristo). Dios no envió Profeta alguno sin que prevenga a su pueblo del Impostor, yo soy el último de los Profetas y ustedes la última de las naciones, surgirá entre ustedes y no podrán impedirlo. En caso que apareciera y me encontrase todavía entre ustedes, yo protegeré a todo musulmán, pero en caso de aparecer después de mí, cada uno deberá protegerse a sí mismo. Dios está para cuidarlos si buscan socorro en Él. Surgirá entre Siria e Irak, causando desastre a diestra y siniestra ¡Siervos de Dios! ¡Gente! Afírmense (en la fe), yo les diré algunas particularidades que ningún Profeta mencionó, dirá: “¡Yo soy su Señor!” Y sepan que no verán a Dios salvo tras la muerte. Él es tuerto, y el Señor de ustedes no es tuerto, tendrá escrito entre los ojos: “Kafir (Soy un incrédulo)”, lo podrá leer todo creyente, sepa, o no sepa leer y escribir. Entre sus tentaciones para seducir es que poseerá un paraíso y un infierno, pero el fuego será realmente el paraíso y el paraíso el fuego, quien sea puesto a prueba a través de su fuego, que pida auxilio a Dios y recite el principio de sura “La caverna”. Otras de sus tentaciones (para desviar) es que le dirá a un beduino: “Si resucito a tu padre y a tu madre ¿Atestiguarías que soy tu Señor?” Y le responderá que sí, entonces dos demonios tomarán las figuras de su padre y de su madre y le dirán: “¡Hijo, síguelo, él es tu Señor!”. Otra de sus sediciones es que asesinará a una persona partiéndola en dos con un serrucho, luego dirá: “Miren a mi siervo, lo resucitaré”, entonces Dios lo resucitará y le dirá el perverso: “¿Quién es tu Señor?” Le responderá: “Mi Señor es Dios, y tú eres el enemigo de Dios, eres el Impostor ¡Juro por Dios que nunca estuve tan seguro acerca de quién eras tú como hoy!”. Otra de sus sediciones es que le ordenará al cielo que llueva y lloverá, le ordenará a la tierra que haga crecer sus plantas y lo hará, al punto de retornar los rebaños ese día más grandes y mejores alimentados de lo que estaban. El Impostor no dejará lugar sobre la Tierra sin pisar, triunfante, salvo La Meca y Medina, toda vez que pretenda ingresar por algún flanco se topará con ángeles con espadas desenvainadas, hasta llegar a Darib Al-Ahmar, junto a la zona desértica, temblará Medina con su gente tres veces, y no quedará hipócrita, varón o mujer, sin que salga hacia él, será expulsado todo corrupto de la ciudad, al igual que el fuelle separa la escoria del hierro puro, ese día se lo denomina el Día de la Salvación”, fue preguntado: “¿Dónde estarán los árabes ese día?” Dijo: “Ese día serán pocos…, frente a ellos habrá un hombre piadoso. Los musulmanes estarán a punto de realizar la oración del alba, el Imam se adelantará para dirigir y en ese momento descenderá Jesús el hijo de María dicha madrugada, el Imam retrocederá caminando hacia atrás para que se adelante a dirigir Jesús, pero éste le pondrá la mano en su hombro y le dirá: “Adelántate tú y dirige la oración, porque para ti fue establecida esta oración”, y entonces éste Imam dirigirá la oración. Cuando se retire Jesús dirá: “¡Abran la puerta!” Y detrás de ella estará el Impostor con setenta mil judíos que lo sigan, todos con espadas adornadas, cuando el Impostor lo vea se disolverá al igual que la sal en el agua, pretenderá huir, pero Jesús lo alcanzará en la puerta oriental de Ludd, allí le dará muerte. Dios derrotará a los israelitas, ellos buscarán esconderse donde fuere, pero no habrá lugar ni nada de la creación, piedras, árboles, muros y animales sin que por orden divina los delate diciendo: “Siervo de Dios detrás mío hay un judío ¡ajustícialo!” Excepto el árbol llamado Garqad, que es uno de sus árboles y no dirá nada. A partir de entonces, Jesús será un gobernador equitativo de mi nación, justo, que romperá la cruz, degollará a los cerdos, abolirá el impuesto, pero perdurará la caridad, hasta los animales vivirán en paz, será elevado de la Tierra el sentimiento de rencor y odio, al punto que el niño podrá introducir su mano en la boca de la serpiente sin que se perjudiquen mutuamente, y si la niña juega con el león sucederá lo mismo, el lobo será para el rebaño como su perro cabritero, la Tierra se colmará de paz como se llena un recipiente de agua, la gente estará unida, no se adorará a otro salvo a Dios, no habrá guerras, se le quitará a Quraish su liderazgo, crecerán las plantas a tal punto que la gente se reunirá a comer de un solo racimo y se satisfarán, también se reunirán a comer de una granada y se satisfarán. El toro costará tanto y tanto, el corcel tantos dírhams, antes de la llegada del Impostor habrá años de estrechez, en los cuales la gente será azotada por la hambruna, en el primer año Dios le ordenará al cielo que retenga un tercio de sus lluvias, le ordenará a la Tierra que produzca un tercio menos de su vegetación; en el segundo año le ordenará al cielo que retenga dos tercios de la lluvia, a la Tierra que dos tercios menos, en el tercer año le ordenará al cielo que retenga completamente la lluvia, no caerá ni una sola gota, le ordenará a la Tierra que no produzca nada de vegetación y no crecerá nada verde por ninguna parte, todo animal con pezuñas morirá excepto el que no quiera Dios”, fue preguntado: “¿De qué vivirá la gente entonces?” Dijo: “Diciendo que no hay otra divinidad excepto Dios (la ilaha illa Allah), engrandeciendo a Dios (diciendo Allahu akbar), y alabando a Dios (diciendo alhamdu lillah), esto reemplazará el alimento”. Registrado en Sahih Al-Yami´.